La vista no puede ser mas maravillosa,pase mi cumpleaños y no solo me esperaron con una botella de vino sino tambien me regalaron una chalina muy atentos

Oia, es el pueblo que mas nos gusto de Santorini. Esto junto con las vistas espectaculares,el desayuno inmejorable y las magnificas personas que nos atendieron hicieron nuestra estancia inolvidable. La habitacion era chiquitita pero llena de encanto,em forma de cueva blanca y al amanecer al abrir la puerta teniamos desayuno increible preparado por ellos con unas vistas impresionantes. Agradecemos a Tasos y Assia, su increible hospitalidad.

La atención personal del dueño.Su preocupación por el confort del viajero.La ubicación es muy buena.

Me parece(no tengo información suficiente de Oia) que el precio es alto,comparándolo con los de otros lugares.Esto no desmerece la atención recibida.Igualmente no sé si ahí hay hoteles con menos escalones que subir( o bajar)

Todo, la atención de las personas es excelente, tanto de su dueño como de la Señora Asia, que siempre estaba de buen humor y muy servicial para solucionar todo. La habitación es muy comoda, con un baño completo, cama confortable, una cocina instalada, zona de estar y un patio propio con vista a la calera que es indescriptible. En ese patio todas las mañanas te sirven un desayuno muy completo, al final te pregunta que otra cosa queres para el otro día, si algo no te gustó. Está en la zona de Oia, pero no tiene vista a la puesta del sol, pero tiene una vista inmejorable todo el día

Nada. Lo que si tiene que quedar claro, que desde la habitación o la zona del patio propio, no se ve la caída del sol. Para verla hay que trasladarse a la punta de la isla, unos 1000 metros que son un placer recorrer. Le hace falta una piscina chiquita pero que permita darse un lujo mas, otros complejos de la zona lo tienen.

La calidez de su gente, el hermoso paisaje y su balcon al mar. Un cariño especial para Ascia (creo que se escribe asi), que es una parte importante de la estadía.

El lugar es lindisimo, las piezas lindas, luminosas, acogedoras. Realmente un lugar encantador. La vista es increible! El lugar es limpio, ordenado, tiene todo lo necesario, amplio. En las mañanas despertábamos con la mesa puesta en nuestra terraza, lista para el desayuno con vista a la caldera. El personal muy amoroso, amable, atento. De mucha ayuda para resolver cualquier tipo de problema, y mas aun, para facilitarlo todo.

La comodidad, la situación, las vistas, el recibimiento y el trato recibido. Te informan de todo lo que preguntes y te facilitan todo lo que necesites.

Nada que objetar. Te proporcionan cualquier cosa que pidas, y lo hacen rápidamente ( canales de tv, dvd, desayuna lo que quieras en abundancia y te indican los mejores lugares para visitar, incluso te ponen un coche de alquiler a la puerta de casa). En fín, son encantadores.